Como vimos anteriormente a partir de Rosh Jodesh Av se deben disminuir todas las transacciones comerciales destinadas a cuestiones de alegría.
Escribe nuestro maestro R. Ovadia Yosef z”l que no se deben adquirir sortijas o anillos de oro, especialmente los novios que adquieren estas joyas para sus prometidas, ya que esto se considera una transacción de alegría.
Con respecto a la venta de joyas, escribe nuestro maestro que los comerciantes pueden continuar vendiendo las mismas ya que no siempre se trata de operaciones ligadas a alegrías. Asimismo, como escribe Rama (Sh. Aruj cap. 303 ) en la actualidad las joyas no son objetos tan especiales como lo eran en la antigüedad, por ello aún cuando no se deben adquirir si los comerciantes en joyas pueden continuar vendiéndolas en este período.
Se pueden adquirir libros de Torá durante estas semanas ya que se trata de una mitzva, se destina al cumplimiento del precepto de estudiar.
Escribe nuestro maestro que se pueden realizar arreglos destinados a ampliar la vivienda, ya que esto no se considera una construcción de alegría sino de necesidad para la familia que carece del lugar apropiado. Sin embargo si esta ampliación tiene sólo un fin estético, etc. no se puede realizar en estas semanas.
Asimismo se puede ingresar a una vivienda nueva si ello es necesario para los habitantes de la misma. Solo realizarán una reunión con diez hombres mayores en la que darán lectura a las plegarias correspondientes a la inauguración de una casa y se ofrecerá a los presentes un trozo de torta y alguna fruta para pronunciar las bendiciones acostumbradas y el festejo propiamente dicho se llevará a cabo después del 9 de Ab. Entonces el dueño de casa vestirá una prenda nueva para poder pronunciar la bendición de “sheeheyanu”.
Los constructores judíos pueden continuar con su labor durante estos días, pues la falta de viviendas convierte esta actividad en algo necesario y no de alegría. Especialmente en la tierra de Israel en que el hábitat de la misma es un precepto de la Torá.