Esta semana leemos sobre la Parashát Massei (junto con la parashát Matot) y de ella podemos aprender varias cosas.
Quiero analizar la parashá junto con una experiencia muy importante para mi y que es el principio de mi camino de recuperación de todas las posibilidades intelectuales luego de esta caída y posterior operación a la cabeza.
Obviamente, el sentirse limitado físicamente, es algo nuevo, el tener que re aprender a utilizar las piernas (incluso a vestirse solo) no es fácil, pero, luego de consultas con psicólogos y sobre todo rabaním, decidí que el camino mejor era estudiar e intentar volcar ese aprendizaje en palabras coherentes para compartir con ustedes (ayudado por mis maestros que se comprometieron a corregirme).
La parashá de esta semana describe las diferentes “estaciones” o desplazos del pueblo de Israel a través de 40 años en el, desierto siguiendo a los “ananim HaKavód” y su desplazamiento de acuerdo a la voluntad de HaShem.
Hay lugares donde nos detuvimos unas horas y hay lugares donde nos detuvimos unos años, y siempre, a la vez, supimos y no supimos la razón por la cual el período era uno u otro, es decir, sabíamos (y sabemos) que era por la voluntad de HaShem, porque ese lugar cumplió su función y nos enseñó sobre nosotros mismos y el control de nuestras emociones y deseos.
Todo con un propósito claro y determinado, nada porque sí, con el objetivo de aprender a ser mejores y poder seguir más fácilmente el camino de Torá y Mitzvót, de forma de poder vivir como un pueblo diferente, el pueblo elegido por HaShem.
Por supuesto que esto no es fácil y por supuesto que lo más difícil es aprender a aceptarnos como seres imperfectos pero con un don precioso, el ser perfectibles!
El ego, tal como nos enseña Rabbeinu Nájman juega un pesado rol en esto (por algo la Torá destaca la humildad como la mayor virtud de Moshé Rabbeinu) y eso es muy importante cunado miramos todos los logros de Moshé!
Por lo tanto aprendemos, y espero aprender a ser humilde, a buscar el significado de las cosas que nos pasan, de las pruebas que HaShem nos pone en el camino y de como superarlas.
Barúj HaShem le Olám, amén ve amén!